In Memoriam
Padre...
la casa tanto te extraña,
hace tiempo que has partido
se fue en el aire contigo.
Padre...
cuanto te extraña
el sillón que está vacío
tu cama, tus fotos, tus libros,
el cafecito cargado
y el cigarrillo encendido.
Te extrañan
las flores y el vino,
la soledad de la estancia
donde quedabas dormido.
Ya están secos los vasitos
sin aquel wisky escogido
que mirándonos callados
tantas veces lo bebimos.
Padre...
¡Como es la vida!
que pronto te convertiste
de hombre fuerte en un niño
y te fuiste sin pensarlo
caminando hacia el vacío.
Padre mío...
¡Que tarde!
más que un hijo hubiera sido
eternamente tu amigo.
Padre...
no sabes cuanto te extrañan
los pajaritos del nido
y un hombre llora en silencio
entre mi pecho escondido.
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